¿Qué es el Lifting Frontal?
El proceso de envejecimiento de la región frontal conlleva cierta caída de la piel de la frente y de las cejas. Esto acaba produciendo una caída parcial del párpado superior. Puede incluso acentuar el exceso de piel que se acumula en este con el tiempo. Muchos pacientes compensan esta situación de forma inconsciente levantando las cejas con una hiperfunción del músculo frontal, lo que da lugar a unas arrugas muy marcadas en la frente. Estas arrugas se presentan de forma constante, y no sólo con algunos movimientos.
En estos casos es necesario realizar un lifting frontal, también conocido como lifting de cejas. Este procedimiento restablece la armonía estética y funcional no sólo de la región frontal y las cejas, si no también del párpado superior. De hecho, en muchas ocasiones no conseguiremos un resultado óptimo en los párpados superiores con una blefaroplastia si no realizamos simultáneamente un lifting de cejas.
¿Cómo es la Cirugía?
La intervención se realiza en quirófano y bajo anestesia local y sedación o bajo anestesia general en función del caso. En muchas ocasiones la combinamos con otras cirugías como la blefaroplastia o el lifting cervicofacial). A través de 4 o 5 pequeñas incisiones que situamos habitualmente en la línea de implantación del pelo, separamos la piel de la frente y las cejas del tejido más profundo y la reposicionamos superiormente. Una vez reposicionado el tejido lo fijamos con puntos de sutura.
¿Cómo es el Postoperatorio?
Al acabar la cirugía se coloca un vendaje levemente compresivo sobre la frente para evitar la formación de hematomas. En caso de un lifting frontal recomendamos pasar una noche en el hospital. Aprovechamos para administrar una pauta de antibióticos y antiinflamatorios potentes por vía intravenosa. Se realiza también un tto. de hiloterapia durante esas primera 24 horas, que consiste en la utilización de una máscara de frío en la región facial. Es básicamente una sofisticación de la aplicación de hielo envuelto en un paño seco que se hacía tradicionalmente. La máscara que usa el paciente contiene un líquido, y está conectada mediante un circuito a una máquina que mantiene ese líquido a una temperatura constante de unos 15ºC. Esta temperatura es la considerada idónea para producir el efecto antiinflamatorio del frio pero evitando los efectos nocivos de un frío excesivo (que podían ser producidos por la aplicación de hielo tradicional).
La inflamación inicial empieza a disminuir a partir de las 48 horas y puede durar una semana, y los puntos de sutura se retiran al cabo de 7 a 10 días.